miércoles, 7 de diciembre de 2016

Saliendo a coger el correo

Este fan del blog de pocapixa quiso imitar su entrada Saliendo a coger el correo

En el último momento le entró miedo y se puso una toalla en la cintura. Buen intento chico, pero no puedes evitar tu destino, siempre acabarás desnudo y avergonzado :)


El chico de la gorra

Aún se pregunta cómo han conseguido convencerle para esto...


martes, 6 de diciembre de 2016

El piquetón y la alfombra de baile

- ¡Devolvedme mi ropa! ¡Estáis locas!
- Oh, vamos, juega una partida desnudito... ¡queremos ver cómo se mueve tu piquetón mientras bailas!



sábado, 26 de noviembre de 2016

En la escalera de incendios

Alberto estaba acomplejado por el pequeño tamaño de su pene. Para reforzar su autoestima, se dedicó a trabajar sus músculos en el gimnasio. Así, se convirtió en el más popular de su círculo social, pero empezó a tratar mal a los que eran sus amigos, siempre intentando demostrar lo perfecto que era él y lo inferiores que eran los demás.

Pero alguien descubrió su pequeño secreto, ¡y tenía pruebas! Alberto recibió un email con fotos suyas desnudo. ¿Cómo las habían conseguido? ¿Tal vez le habían hackeado el ordenador y accedido a su webcam? ¿O alguien había instalado cámaras ocultas? No lo sabía, pero eso no importaba ahora. Si quería que borrasen esas fotos, tenía que ir a la dirección que indicaba el email, y subir por la escalera de incendios hasta la azotea.

Pero eso no era todo. Al llegar allí, encontró una nota en la que se le indicaba otra parte de su tarea. Mientras subía, tenía que ir dejando en cada piso una de las prendas que llevase puestas.

No tenía elección, así que fue subiendo, preguntándose cuánta gente le podría estar viendo.

Sólo le quedaba una prenda, y aún tenía que subir un piso más.


Se paró a pensar. Podía ir hasta el final, encontrándose con su chantajista, desnudo y con su (muy) pequeño pene a la vista. O podía bajar, recuperar su ropa y esperar a la difusión de las fotos que acabarían con su reputación. Cualquier opción era humillante.

Decidió subir. Después de todo, el chantajista ya conocía su secreto, y era la única oportunidad que tenía de que nadie más se enterase.

¿Quién crees que le espera en la azotea? ¿Tal vez su novia, que ha decidido darle una lección para que deje de flirtear con otras chicas? ¿O tal vez le estén esperando sus amigos y todas las personas a las que él ha ridiculizado en algún momento para humillarle? ¿O estás pensando en otra posibilidad? Cuéntanoslo en los comentarios :)

Zac desnudado en el botellón

Zac se encontraba entre una multitud de jóvenes que se habían reunido para beber en la calle. Estaba sentado en el suelo, cuando alguien agarró su camiseta y se la sacó. Confundido y enfadado, se levantó para intentar recuperarla, pero perdió el equilibrio por culpa de la bebida, y cayó al suelo. Entonces, alguien aprovechó para quitarle todo lo que llevaba de cintura para abajo, y salió corriendo.

En su estado, los reflejos de Zac eran lentos, así que cuando pudo reaccionar, ya se habían llevado toda su ropa, y estaba completamente desnudo delante de todos, que no paraban de reirse de él. De nada le serviría emborracharse más para no recordarlo al día siguiente, pues hicieron varios videos y fotos de su humillación pública que circularían por ahí durante mucho tiempo. ¡Pobre chico desnudo avergonzado!


lunes, 14 de noviembre de 2016

martes, 8 de noviembre de 2016

Fernando el espontáneo (Capítulo 1)

Historia sobre un chico homosexual convertido en exhibicionista. Si el relato gusta me enviarán más capítulos.



Todo comenzó en mi segundo año en la universidad. Estaba a punto de cumplir 19 años y recientemente había salido del armario. Yo no era demasiado popular y sólo tenía unos pocos amigos. Mis mejores amigos en realidad sólo eran Katia y Bea, y Juan. Así que mi salida del armario no fue una cosa muy importante en la escena social. No tenía pluma, y mi aspecto era de empollón, físicamente delgado y guapo, pero nada que llamase demasiado la atención.

Poco después de salir encontré mi primer novio, Carlos. Él era una de esas personas super sociables y enrolladas, al principio yo no podía creer que él me quisiera a mí! La relación comenzó con un par de citas muy divertidas, pero sólo duró alrededor de tres semanas, ya que yo era muy tímido respecto al sexo y yendo a fiestas y tal. Mientras estábamos saliendo, Carlos empezó a salir con un chico muy atractivo llamado Andres, que era social y sexualmente más apto que yo. Andres también era más atlético y musculado. Como se puede adivinar, Carlos finalmente me dejó por Andres, lo que me deprimió por un tiempo.

Andres me dio una sensación extraña. Él me miraba como si me estuviera examinando, pero al mismo tiempo con un poco de burla, casi como si estuviera pensando: "jaja, robé a tu novio." Realmente quería meterse conmigo. De hecho, una vez Katia le escuchó decir, "¿Dónde está Fer?, me gusta burlarme de él."

Todo cambió la noche del "Campamento". El "Campamento" era una noche en mayo en la que los estudiantes pasan la noche en el campo de fútbol y las zonas de alrededor, al aire libre. Se podía acampar y jugar a varios juegos. Yo tenía que ir obligatoriamente. Me habían encargado hacer fotos y videos del evento para la web de la universidad. Estaba en ello cuando ví a Carlos, Andres, y su grupo de amigos, acampados en el campo de fútbol, lleno de tiendas de campaña. Todavía me sentía mal por la ruptura, por lo que intenté evitarles toda la noche, tratando de mantenerme tan ocupado como fuera posible con mi tarea dada para documentar el evento.

Afortunadamente, Katia, Bea y Juan estaban allí, así que me quedé muy cerca de ellos. Sin embargo, alrededor de las 11 Juan tuvo que irse, y Katia y Bea, que habían desarrollado una amistad con Carlos mientras estábamos saliendo, le vieron en las gradas con Andres, y quisieron ir con ellos. Insistieron en que las acompañase, pero simplemente no podía, debido a mi corazón roto. Así que se fueron ellas, lo que me molestó mucho. Durante la siguiente media hora o así, caminé torpemente por el lugar, que se llenaba cada vez más debido a que la banda estaba a punto de comenzar a tocar.

Eran las 11:45 pm, cuando sentí un golpecito en el hombro. Me di la vuelta y vi a Andres. Tragué saliva, nervioso y sin nada que decir, mientras me miraba fijamente a los ojos. Se limitó a decir: "Oye, sígueme" y se dirigió hacia la parte de atrás de las gradas.

Por un momento me quedé quieto, sin habla y sin saber qué hacer. Al final reaccioné y corrí detrás de Andres. Llegamos detrás de las gradas y de inmediato empezamos a enrollarnos. Al principio estaba tan sorprendido que simplemente dejaba que me besara, pero luego comencé a besar yo también.

Estaba tan caliente que ni me importó que pudieran vernos. Pero todo esto era demasiado extraño. Me separé y le pregunté: "¿Qué es todo esto?"

Andres respondió: "Te quiero a ti, sólo estaba usando a Carlos para llegar hasta ti."

Le dije: "Pero si ni siquiera me habías hablado nunca..."

Antes de que pudiera terminar la frase mi camisa estaba por encima de mi cabeza y fuera de mi cuerpo. Traté de hablar de nuevo, pero sólo balbuceaba palabras ininteligibles al ver como Andres se quitaba la camisa revelando su increíble físico. Tengo que admitir que sentí un poco de vergüenza, ya que yo estaba lejos de su forma física y no tenía demasiada definición muscular. Aunque Katia y Bea siempre dicen que les encanta mi culo "redondito".

Andres se acercó a mí y puso sus manos directamente en mi cinturón, para aflojarlo y quitármelo. Gemí mientras él procedió a desabrochar mis pantalones cortos y tirar de ellos y mi ropa interior hacia abajo, hasta los tobillos. Oí a la banda comenzando a tocar y de inmediato recordé donde estaba.

Protesté dócilmente, "Andres... no... para. ¡Todo el mundo está ahí mismo!"

Andres me miró, sonrió, y dijo riéndose: "Qué friki eres."

Murmuré algo como "pero alguien podría...", pero inmediatamente Andres me hizo callar poniendo sus labios en los míos.

Después colocó ambas manos en mis caderas. Podía sentir su enorme bulto presionando contra mi entrepierna. Yo estaba fascinado.

"Vamos, no seas tan mojigato. Divirtámonos y mostrémosle a Carlos lo que es bueno", dijo en un suave tono seductor.

Casi en trance, le respondí con un simple: "Vale."

Andres procedió a sacar mis pantalones y calzoncillos de mis tobillos, junto con mis calcetines y zapatillas de deporte. Entonces dijo: "Quiero verte posar para mí."

Podía oír a la gente por encima y detrás de mí en las gradas, y a la banda comenzando su primer número. Empecé a tener dudas.

Pero después de un poco de persuasión de Andres, comprendí que debería aflojar. Tal vez si hubiera hecho cosas así desde el principio, Carlos no me habría dejado. Procedí a posar en todo tipo de posiciones provocativas, mientras que Andres me hacía fotos con mi cámara. Pensé que como era mi cámara no pasaba nada, yo podría borrar las fotos luego si quisiera. Debo admitir que me excitó estar completamente desnudo con tantas personas alrededor que no lo sabían. Yo estaba realmente entregado y disfrutando cada vez más, cuando Andres me pidió que cerrara los ojos. Cosa que hice, por supuesto.

Segundos después los abrí, y contemplé a Andres marchándose, con su camisa puesta de nuevo y mi ropa y la cámara bajo el brazo.

Me quedé sin habla y con la boca abierta. Corrí tras él "¡Espera!, ¿a dónde vas? ¡Andres!"

Andres, que ahora estaba de pie justo fuera de las gradas donde cualquiera podía verlo, me miró y se rió, diciéndo: "¡No puedo creer que de verdad pensaras que quería algo contigo!"

Al darme cuenta de lo que estaba ocurriendo, le miré desesperado y le supliqué, "Andres, por favor, sólo dame mi ropa..."

Se burló, fingiendo considerar la solicitud y luego con indiferencia dijo: "Uhm... No, mejor me voy a enrollarme con tu novio" y empezó a alejarse.

Patéticamente exclamé "¡Nooo!", y por un momento salí corriendo tras él dejando la cubierta de las gradas.

"¡Oh, mierda!" Exclamé cuando entraron en mi campo de visión cientos de personas del público del campo de fútbol, en las gradas a mi izquierda y derecha. Rápidamente volví atrás, y hablé en voz baja pero fuerte para llamar la atención de Andres.

"¡Andrés!"

Se dio la vuelta y dijo en voz muy alta, "¡¿SÍ?!"

Pero me quedé sin palabras. No había nada que decir. Andres había decidido que iba a coger toda mi ropa y dejarme aquí. Lo único que fui capaz de murmurar fue: "¡¿Por qué me haces esto?!"

Andres, que parecía divertirse con la pregunta, caminó más cerca de mí y me dijo: "Porque me gusta verte avergonzado. Me pone mucho. En realidad no quiero nada contigo, después de todo, estoy fuera de tu liga. Pero sí quiero verte desnudo y avergonzado porque es realmente encantador."

Le miré sorprendido.

"Por favor..."

A lo que respondió con un rápido "¡Nop! ¡Lo siento Fernandito, quiero que le dé un poco el aire a tu pito!". Entonces se dio la vuelta y corrió, pero antes se detuvo un momento y me gritó "Oh, y yo no me escondería ahí demasiado tiempo, porque planeo decirle a los de seguridad que encontré a un pervertido tras las gradas!" mientras sostenía mi cámara de vídeo!

"¡Mierda!" -exclamé mientras procesaba lo que había sucedido- ¡Soy tan estúpido! No sabía qué hacer. Esperaba que Andres regresara y que estuviera bromeando sobre la seguridad. Hasta que vi aparecer una linterna y la silueta muy reconocible de la mujer de seguridad de la escuela, Bárbara, a la que solían llamar "la marimacho".

Yo no tenía a dónde ir. Miré alrededor frenéticamente. Vi un contenedor de basura un poco más allá de las gradas, corrí hacia allí y me escondí encorvado detrás de él. A pocos metros en frente de mí estaba el campo de fútbol, y a mis lados había gradas llenas de gente, mientras la banda daba un concierto. ¡Estaba tan jodido! Recordé lo desnudo que estaba cuando pude sentir las hojas de hierba frotando contra mi culo.

Justo entonces escuché a alguien riendo directamente encima de mí. Levanté la vista para ver a un chico y una chica comiendo helado que me habían descubierto cuando vinieron a tirar sus envoltorios. La chica estaba riendo incontrolablemente, y el chico entre risas dijo: "Ey coleguita, ¿qué haces ahí agachado?"

Como si las cosas no pudieran empeorar, mi mundo se volvió aún más gris.

"¡Eh! ¡Te he visto, quédate ahí!" Me gritó la vigilante de seguridad.

Empezó a correr hacia mí. Salí de mi escondite y tropecé en pánico justo delante de las gradas. Immediatamente me congelé, ni siquiera fui capaz de cubrirme, solo me quedé mirando con la boca abierta los asientos llenos de estudiantes contemplándome. Hubo un silencio inicial sobre la multitud, pero luego apareció Bárbara.

-¡Eh, pequeño pervertido, vuelve aquí!

Comencé a huir y el silencio rápidamente se convirtió en risa, la verdad es que debía de parecer una escena muy cómica. Corrí por el campo de fútbol, ya que había un montón de tiendas de campaña tras las que poder esconderme. Por desgracia para mí, Bárbara estaba muy bien entrenada y no conseguía librarme de ella, la tenía detrás todo el tiempo.

Mientras corría más allá de las tiendas oí muchas risas y silbidos, junto con cosas como "¿Pero qué carajo...?" - "Ese chico... ¿es Fernando? ¡Oh dios, conozco a ese tipo!"

Para entonces todos se habían dado cuenta de que alguien estaba corriendo por ahí desnudo. La banda incluso había dejado de tocar, y pude oír a los cantantes bromeando, silbándome y tarareando canciones típicas de espectáculos de striptease. Esto hizo aumentar aún más las risas a través de las gradas y del campo de fútbol.

Sin embargo, alcancé la cumbre de mi humillación cuando pasé junto a la manta en la que Carlos, Andres, Katia y Bea estaban pasando el rato. Me congelé y sólo los miré. Andres estaba de pie, gritando y agitando el puño como si animase en un partido, mientras Katia y Bea me miraban desconcertadas. Carlos me miró con los ojos muy abiertos y las manos sobre la boca, mientras intentaba esconder su risa.

Carlos alzó las manos y exclamó: - ¡Fernando! ¡¿pero qué coño haces?!

La vigilante de seguridad apareció a la vuelta de la esquina y corrió directamente hacia mí. Intenté escapar, pero ahora la gente se había apiñado para ver el espectáculo con los teléfonos en la mano haciendo videos y fotos. Realmente no tenía donde ir. Mientras Bárbara me perseguía en círculos, Andres se encargó de animar a la multitud.

Gritó: ¡Fernando el espontáneo! ¡Fernando el espontáneo! ¡Fernando el espontáneo!

El canto pronto se extendió, incluso la banda comenzó a corearlo. Cuando se hizo muy fuerte, me desconcentré y perdí de vista a la vigilante de seguridad. Entonces ella consiguió agarrarme por la cintura, y ¡me levantó por encima de su hombro! Al instante se oyeron risas y carcajadas entre la multitud, seguido de un gran aplauso colectivo elogiando el trabajo bien hecho de la vigilante.

Y así, eran casi las dos de la madrugada y yo estaba sentado en la oficina del director, esperando a que mi madre llegase, cubierto sólo con una manta, ante la atenta mirada de Bárbara y del jefe de seguridad, que era un gordo enorme al que los estudiantes sólo conocían como "Manolo el jefe". Manolo iba en pijama, ya que estaba durmiendo cuando esto ocurrió. Yo intentaba explicar lo que había pasado, pero me dijeron que me callara y esperara a mi madre, y que entonces hablaríamos. Mi madre entró, también en pijama, visiblemente enfadada.

"¿En serio, Fernando? ¡No puedo creer que te hayas vuelto tan desvergonzado! ¡Tu comportamiento es indecente!"

Le respondí con el típico "¡Pero mamá, no fui yo, la culpa fue de...!

Ella respondió con el igualmente típico "¡No quiero oírlo jovencito!" Entonces miró a Manolo, y procedieron a discutir mis castigos.

Manolo dijo: "Bien, creemos que Fernando hizo algo muy indecoroso esta noche".

Ofendido, traté de protestar, pero, antes de que ni siquiera pudiera decir una palabra, un gesto amenazante de mi madre levantando el dedo me silenció.

El jefe continuó: "Lo dejaremos en una advertencia sólo por esta vez. Pero si esto sucede de nuevo tendremos que considerar tomar medidas para corregir su comportamiento". Luego se volvió hacia mí y me dijo severamente: "A partir de ahora en las zonas comunes de la universidad te quedas con la ropa puesta. ¿Me has oído, chico?"

Asentí con humildad y luego intenté redimirme una vez más.

"Oiga, esto es una gran confusión. No fue culpa mía, fue..."

Un golpe en la puerta me interrumpió. La puerta se abrió, ¡y entró Andres sosteniendo mi ropa! Él dijo cortésmente: "Siento interrumpir jefe, pero pensé que debía darle esto a alguien. Es la ropa de Fer".

Manolo respondió: "Muchas gracias Andres, y gracias por alertarnos sobre el comportamiento de Fernando".

Traté de replicar con un rápido "¡No, pero...! -" Una vez más me interrumpió Andres.

"Oh, no hay de qué señor. Cuando Fer se desnudó, me dio su ropa y me dijo lo que iba a hacer, pensé que tenía que hacer algo".

Manolo respondió con otro agradecimiento, elogiando a Andres por un trabajo bien hecho. Mi madre incluso dijo: "Siento mucho que hayas tenido que ver eso. ¡Eres un joven tan agradable!"

Yo estaba desconcertado, y sólo podía contemplar la escena boquiabierto. Andres se despidió. Cuando se iba y sólo yo le prestaba atención, me miró y me hizo una "peineta" (mostrando el puño levantando el dedo medio) sonriendo y pronunciando en voz muy baja "jódete".

Más tarde, esa noche, estaba acostado en la cama tratando de relajarme, cuando recibí en mi teléfono móvil un mensaje de Andres que decía: "¡Ey Fernandito! ¡Mira, eres famoso!" Y luego un enlace. Pronto descubrí que Andres había creado un blog en Internet dedicado a mí, con un gran titular que decía "Las aventuras de Fernando el espontáneo"

Miré en shock el vídeo en el que yo salía posando, más otras 25 o más publicaciones con fotos y vídeos corriendo desnudo. Lo exploré frenéticamente tratando de pensar qué hacer, cuando me fijé en la frase que había debajo del título principal, "¿Qué será lo próximo que haga?"


martes, 25 de octubre de 2016

Camarero al estilo de la Grecia Clásica

Tener que ir vestido como en la Grecia Clásica para servir en la fiesta ya le resultaba bastante vergonzoso a este joven camarero. Pero el momento cumbre llegó cuando uno de los asistentes confundió el broche de su atuendo con un aperitivo. Al cogerlo, la tela que cubría al chico cayó al suelo, dejándole completamente desnudo al instante. Con sus manos ocupadas sosteniendo las bandejas, ni siquiera podía cubrir sus partes más íntimas. Pidió ayuda para que alguien le ayudase a cubrirse de nuevo, pero todos parecían demasiado ocupados riéndo a carcajadas y grabando con sus teléfonos móviles...

lunes, 18 de abril de 2016

Lluvia primaveral

Una inesperada lluvia hizo que este chico llegase a casa completamente mojado.

- ¿Hola? ¿Hay alguien? - gritó nada más entrar.

Nadie respondió.

Como estaba sólo, decidió quitarse toda la ropa mojada enseguida. Completamente desnudo, fue a buscar una toalla. De pronto, al abrir la puerta de una habitación...













¡¡¡SORPRESA!!!

¡Lo había olvidado! Toda su familia estaba allí porque hoy tenían una fiesta de bienvenida sorpresa preparada para su hermana, que venía desde el extranjero. En cuanto abrió la puerta, varias cámaras y teléfonos comenzaron a sacar fotos y videos, esperando inmortalizar su cara de sorpresa. Pero lo que capturaron fue el cuerpo desnudo del chico, incluyendo sus genitales encogidos por el frío y la humedad. ¡Qué vergüenza!
Sus malvados primos no dudarían en enseñar las fotos a todo el que pudieran, incluso publicar el video en Internet. Todo el mundo iba a verle desnudo ¡y con el pito ridículamente pequeño!

miércoles, 17 de febrero de 2016

Perro en la playa


Este chico iba todos los días a nadar a la playa. No quería dejar sus cosas en la arena mientras estaba en el agua, para no tener que preocuparse de que se las robaran. Así que lo único que llevaba puesto desde que salía de casa era su bañador.

El día en el que se cruzó en su camino este perrito bien entrenado, su bañador quedó destrozado, y tuvo que volver a casa sin nada con lo que cubrirse.

lunes, 18 de enero de 2016

Vanessa Hudgens y Austin Butler CFNM

* He hecho este fotomontaje de regalo para mi amiga Ele :)

Tras insistir mucho, Vanessa ha llevado a su nuevo novio Austin a practicar CFNM en la playa por primera vez.

- Así, no te tapes, deja que te vea bien - le dice ella.

Al principio Austin no estaba seguro de hacer esto, pero a pesar de sentirse avergonzado está cada vez más excitado. Tanto que se pregunta si podrá evitar tener una erección allí mismo...


En frente de las chicas

- Mirad, por allí vienen las chicas. ¡Eh, hola, estamos aquí!

Le bajan los pantalones a su amigo.

- ¡Jajaja!
- Muy graciosos ¬¬


viernes, 15 de enero de 2016

Su reacción al ver la cámara

Si, chico, hay una cámara ahí, pero te has dado cuenta demasiado tarde. ¡Pillado! xD



Mi primera humillación (relato de servhumil)

Este es un relato de Dominación/Sumisión homosexual, y el nick de su autor es servhumil

Mi primera humillación

Era sábado por la noche y estaba yo celebrando el cumpleaños de un amigo en un restaurante en el centro. Durante la cena estuvimos toda la noche bebiendo, pues teníamos jarras de sangría sin límite. Cuando ya pasaban las 12:30 salimos del restaurante y fuimos a varios locales de copas donde continuó la fiesta y el alcohol. Hacía tiempo que no salía de noche y que no bebía tanto, así que pasadas unas horas estaba cansado y decidí volver a casa. Me despedí de todos mis amigos y salí fuera para esperar un taxi.

Pasados unos 10 minutos al ver que no aparecía ningún taxi decidí ir caminando a casa, está más o menos unos tres kilómetros pero me iría bien caminar para bajar mi borrachera.

Dejando el centro de la ciudad atrás me adentré en unas calles que estaban solitarias y crucé por un parque en el que algunas noches hay cruising. A pesar que estaba bastante oscuro pude ver dos o tres tíos por allí paseando supongo que en busca de rollo. Cuando estaba a punto de salir del parque decidí sentarme en un banco a ver si veía algo de movimiento. Aunque estaba cansado me había puesto algo caliente al atravesar el parque. A los pocos minutos pude observar como un tío de unos 40-45 años bastante alto se me acercaba a lo lejos y cuando llegó a mi altura se sentó a mi lado. El parque estaba solitario así que no sabía si levantarme o quedarme allí. Entonces él dijo:

-Hola, que tal?

-Bien, descansando un poco antes de llegar a casa

-Vienes mucho por aquí?

-No mucho, pero estaba cansado y he decidido hacer una pausa en el camino.

Así estuvimos manteniendo la típica conversación que se tiene en esos momentos.

Los dos sabíamos perfectamente que hacíamos a esas horas en un parque de cruising con lo que él me preguntó que era lo que me gustaba.

En una situación normal no me hubiese atrevido a explicarle a un desconocido cuales eran mis fantasías, pero el efecto del alcohol hizo que estuviese más deshinibido para explicarle cuales eran mis morbos sin tapujos.

Le comenté que me daba morbo ser humillado, desnudez forzada, la sumisión psíquica, ser avergonzado, ser tratado como una mierda y un perro, etc. Pero que en principio no buscaba sexo.

Él me comentó que estaría encantado y que si quería podíamos ir a su casa a dos calles del parque. Yo accedí y sin mediar palabras nos levantamos y nos fuimos hacia su casa. Cuando llegamos al portal abrió la puerta. Era un edificio antiguo de seis plantas, cogimos el ascensor y cuando llegamos al rellano abrió la puerta entramos y cerró.

Una vez dentro me dijo:

-Vamos a empezar, así que si te gusta ser humillado eh! Venga! arrodíllate y bésame los zapatos.

Obedecí sus órdenes y me puse a besar sus zapatos durante 5 minutos. Después me hizo levantar y caminando detrás de él me condujo hasta el salón.

Se sentó en una butaca y me dejó de pie delante de él. Acto seguido continuó con una nueva orden y con voz contundente:

-DESNÚDATE, quítate lo que lleves puesto. Más humillado te vas a sentir sin ropa, como un puto perro.

Así que poco a poco me fui quitando la ropa, empezando por mi abrigo. Me fui desabrochando la camisa hasta dejarla en una silla que había al lado. Después mi camiseta dejando mi torso al descubierto. Poco a poco me iba poniendo más y más caliente. Me quité los zapatos y los calcetines. Me bajé los tejanos y me los quité, hasta que me quedé totalmente empalmado con los slips puestos y quieto ante él.

A lo que él continuó:

-Te he dicho que te quedes desnudo, sin ropa, en pelotas, vas a ser humillado como una mierda. Venga, ya!

Así que poco a poco me fui quitando el slip, lo dejé en el suelo y permanecí delante de él tapándome mi polla y mis huevos. Por una lado me daba vergüenza estar así ante un desconocido pero al mismo tiempo me ponía a mil.

Él se quedó sentado mirándome con cara de indiferencia durante un par de minutos. Me ordenó ir a la cocina y traerle una lata de cerveza.

Así que totalmente desnudo salí del salón y puerta por puerta fui buscando hasta dar con la cocina, abrí la nevera y cogí una cerveza. Me dirigí al salón cogiendo la cerveza con una mano y con la otra tapándome mis partes íntimas. Al llegar me ordenó que le entregase la cerveza de rodillas y me pusiese de nuevo en pie. Abrió la lata y empezó a beber mirándome.

-Así que te da vergüenza estar así, desnudo. Te excita no? Pues venga, las manos en la nuca.

No tuve más remedio que obedecer y dejar al descubierto mis huevos y mi polla totalmente empalmada. Estaba super excitadísimo.

Me ordenó darme la vuelta y así tuve que mostrarle mi culo, me hizo ponerme a 4 patas, y después tumbado boca abajo y boca arriba.

Me hizo levantar y me ordenó que caminará por el piso, tenía un pasillo muy muy largo, y él me seguía mirando mi cuerpo en todo momento.

Volvimos al salón y me hizo ponerme cara a la pared mientras él volvía a su butaca para acabar su cerveza.

-Así que ésto te pone. Bien, pues así te vas a quedar un buen rato, para que te sientas más humillado y más vulnerable voy a coger tus ropas y las voy a guardar bajo llave, te las daré cuando me dé la gana. Si quieres irte, tú mismo, pero tendrás que salir y volver a tu casa desnudo.

En ese momento empecé a preocuparme un poco, no habíamos hablado mucho del tema, pero el tío me sugería confianza. Sus palabras me pusieron a mil, me gustaba la sensación de esas situación embarazosa en este sentido, la sensación de estar en casa de un extraño, él estaba vestido y yo ni tan siquiera sabía donde estaba mi ropa, ya que él me la había escondido.

Se levantó, salió del salón con mis ropa y al poco volvió y se sentó de nuevo en su butaca. Entonces dijo:

-Sabes? Tengo las piernas cansadas, así que te quiero delante de mí a 4 patas, ahora serás un simple mueble reposapiés.

Me di la vuelta y me puse delante de él, me agaché poniéndome a 4 patas y puso sus pies encima de mi espalda. Se encendió un cigarro y estuvo fumando y viendo la tele mientras yo era su reposapiés.

Me encontraba muy excitado en esa situación, desnudo y a cuatro patas, con todo el culo en pompa y sirviéndole de reposapiés.

Al rato llamaron a su móvil, escuché como hablaba y al parecer eran unos amigos suyos que habían salido de un local cerca de su casa y querían pasarse por su casa para hacer la última copa.

Yo me quede preocupado, pensé que si tenían que venir sus amigos lo dejaríamos aquí, me vestiría y me iría. Pero la cosa no fue así, él siguió viendo la televisión con sus pies sobre mi espalda y culo desnudo.

A los cinco minutos llamaron al timbre yo pregunté a mi amo:

    ¿quieres que me esconda? Si no, dame la ropa antes que lleguen tus amigos.

    ¿por qué?

    No los conozco de nada, y me da algo de apuros tener que estar así desnudo

    Así que tienes vergüenza...

Volvieron a llamar al timbre, con lo que mi amo dijo:

    ves a abrir la puerta!

Me quedé flipado, fui a abrir la puesta de la calle desde el telefonillo de la entrada y volví al salón quedándome callado y notando que a mi amo no le importaba mi sentimiento de vergüenza de tener que estar en bolas ante sus amigos. Llamaron a la puerta de arriba y mi amo me ordenó ir a abrir.

Me tapé la polla y los huevos con la mano y fui a abrir. Al abrir les dije que pasaran, ellos se quedaron flipados de ver a un desconocido en pelotas abriendo la puerta y se dirigieron al salón.

Entraron los tres amigos y saludaron a mi amo que les comentó que tenía un sirviente desnudo y que podían burlarse todo lo que les diese la gana.

Como yo me estaba tapando uno de los amigos me dijo:

    Porqué cojones te tapas? Yo no contesté y bajé la cabeza
    No me da la gana que te tapes, no tienes derecho a tener intimidad, capullo! Ponte a bailar aquí delante nuestro con las mano arriba
    ¿cómo?
    Que bailes putón!

No tengo ni idea de bailar, y tenerlo que hacer obligado y encima desnudo me daba mucha vergüenza, así que empecé a moverme poco a poco enseñando toda mi desnudez. Todos empezaron a reir

    Jajajajajaj jajaja, mira el perro que ridículo!!!

Yo estaba todo rojo.

    baila más rápido y moviendo fuerte la mierda de pollita y el culo, venga perro!

Yo me movía como podía y ellos se partían de risa.

Mi amo me dijo, ves a la cocina y tráenos unas cervezas. Como pude traje 4 latas de cerveza y las fui repartiendo y me quede de pié delante de ellos.

Uno de los amigo dijo:

    enséñanos el culo!

Me puse de espalda

    ábrete de piernas y dóblate para adelante!!! Cabrón!!!

Abrí mis piernas y me doblé hacia delante mostrando mi culo y mis huevos que se veían colgando por debajo de la raja del culo.

    acércate para aquí! Fijaros, tiene el culo bien peludo el cerdo!

Todos se rieron y yo me sentía bien humillado.

    Venga lámenos los zapatos!

Estuve un buen rato lamiendo los zapatos a cada uno mientras ellos hablaban de sus cosas y me iban dando algún que otro azote en el culo, alguno bien fuerte.

A mi amo se le ocurrió que hiciese las faenas del piso desnudo mientras ellos se ponían a jugar a cartas.

Así, encontré como pude las cosas de limpiezas y me puse a barrer y a limpiar el polvo. Ellos seguían bebiendo y de vez en cuando me iban insultando.

Mientras tanto también les iba serviendo cerverza. Al servir una de las cervezas se me cayó un vaso encima de uno de los amigos. Éste se cabreó bastante y me empezó a insultar mientras los demás reían.

Entonces me dijo:

    puto perro! Te mereces un castigo! Sabes? Me he olvidado el paquete de tabaco en el coche, lo he aparcado aquí cerca, así que quiero que bajes a mi coche, cojas el tabaco y me lo subas.

Accedí y le dije a mi amo que me dejase la ropa para bajar y todos se pusieron a reir.

    jajajajaja
    Por favor mi ropa
    ¿cómo? Eres un cerdo, y un cerdo no lleva ropa, bajarás desnudo!!

Quería que el suelo me tragase, sería una situación muy embarazosa, tener que bajar desnudo completamente. Aunque eran las tanta de la madrugada ¿y si me veía alguíen? Me daba vergüenza, apuros pero se me puso dura, era una situación que me excitaba, aunque no me atrevía. Así que dije:

    déjame algo de ropa, aunque sólo sea una camiseta
    jajajaj –rieron todos- o bajas así desnudo a buscar el tabaco o te echamos a la fuerza, y te miraremos desde el balcón, jajjaaja
    no me atrevo a bajar así ¿y si me ve alguien?
    ¿te piensas que me preocupa que te vea alguien desnudo? Si te ve alguén te jodes!! Cerdo!!
    No, no me atrevo –dije yo.
    Pues a la fuerza, chicos ayudarme será divertido! Jajaja

Todos se levantaron y se pusieron a reir, me cogieron entre los cuatro. A carcajadas me empujaron por el pasillo, con algún que otro azote en el culo. Yo me resistía, pero no podía con los cuatro que me iban insultando. Uno de ellos abrió la puerta poco a poco y me dio las llaves del coche me sacaron al rellano de la escalera y cerraron la puerta.

Me quedé allí fuera, a oscuras, desnudo y escuchando el cachondeo que tenían dentro del piso.


El dueño del coche dijo al otro lado de la puerta que buscara un Renault Clio de color gris aparcado a pocos metros de la puerta.

Allí me encontraba yo, en el rellano de la escalera, a oscuras y desnudo por orden de mi nuevo amo. La verdad es que la situación me excitaba muchísimo pero me daba miedo que saliese algún vecino a esas horas, nunca sabes como puede reaccionar la gente. Decidí no coger el ascensor y bajé por las escaleras, muy poco a poco, sin hacer ruido y medio empalmado.

Cuando iba bajando escuché un puerta que se abría, mierda! era justo la puerta del rellano a la que estaba llegando. Me dio el tiempo justo para subir escaleras y quedarme entre los dos rellanos. El tío encendió la luz y pulsó el botón del ascensor. Por suerte no se dio cuenta que estaba yo en las escaleras. Allí estaba yo, sin intimidad, completamente desnudo en una escalera de vecinos.

Cuando el vecino cogió el ascensor para bajar me esperé a que se apagase la luz de la escalera y continué bajando poco a poco.

Llegué a la planta baja, la luz era fija, de manera que mientras iba por el pasillo de entrada al edificio si pasaba alguien por la calle me vería sin ropa, o peor, en ese momento si entraba algún vecino no tenía escapatoria.

Fui rápido hasta la puerta, la abrí y antes de salir miré a los dos lados de la calle que no pasase nadie.

Salí a la calle con mucha cautela y busqué el Renault Clio. Fui probando con el botón de la llave a ver si se abría algún coche y al poco tiempo se encedieron los intermitentes de un clio de la acera de enfrente, fui hasta él y me metí dentro. Todo perfecto no me había visto nadie, ufff. Busqué el paquete de tabaco, lo encontré y lo cogí.

1, 2, 3! me decidí a salir rápido del coche y lo cerré.

Joder! tenía que pasar a la otra acera y justa ahora pasaba un grupo de tres personas.

Me quedé agachado esperando a que pasaran, pero si en mi acera hubiese aparecido alguien no me habría podido ocultar. Cuando los de la cera de enfrente pasaron me decidí a cruzar, pero justo ahora pasaba un coche a toda leche que pasó tan rápido que no me vió.

Llegué al portal y obviamente la puerta se había cerrado, así que llamé al timbre, pero no me abrían. Volví a llamar, y nada. Justo en ese momento pasó una pareja y no me quedó mas remedio que disimular, me quedé de espaldas, mostrándoles todos el culo. Ellos pasaron y se rieron. Me dio vergüenza pero me excitó. No creo que me conocieron aunque tampoco me vieron la cara.

Volví a llamar al timbre y respondió mi amo:

-tranquilo, no tenemos prisa, puedes quedarte un rato en la calle
-por favor, abre!, estoy desnudo y va a amanecer

Se oía la risa de él y sus amigos. Mi amo me dijo:

-quiero que des una vuelta corriendo a la manzana. Saldemos al balcón y te veremos desaparecer por una esquina y saldrá por la otra.

A los pocos segundos salieron al balcón y gritaron:

-Venga puto! queremos verte correr desnudo.

No me lo pensé y salí corriendo desnudo, cuando antes mejor. Cuando llevaba la mitad pasé por un bar en el que estaban montando las mesas. Eran dos tíos pasé entre ellos y uno de ellos me gritó insultándome y que iban a llamar a la policía.

Llegué al portal sin ningún percance. Los amigos del amo estaban en el balcón. Llamé al timbre y me abrieron.

Esta vez si que cogí el ascensor. Al entrar estaban todos riéndose y burlándose de mi:

-Que tal el perro sin ropa por la calle? Has pasado apuros? Pues que sepas que una puta como tu no tendría que tener vergüenza de ir en cueros por la calle, solo hacer lo su amo le ordene.

Yo la tenía bien bien tiesa. Era tarde y estábamos todos cansados. Mi amo me ordenó masturbarme delante de ellos, estirado en el suelo y con la piernas bien abiertas. Ellos tomaban cerveza y a veces me tocaban con la punta de sus pies en la entrepierna abierta.

Me corrí en seguida. Dije que ya me iba y mi amo dijo:

-Si quieres ya puedes irte, adiós!
-¿no me das mi ropa?
-te vas así y punto, y te vas ya!

Me quedé flipado, pensé que iba en serio y no sabía que hacer, la verdad es que llegar a casa desnudo y que me vean conocidos ya no me hacía gracia.

-No hombre no! que es broma! jjajaj ahora te la doy.

Vino con mis ropas y me vestí, me despedí de él y sus amigos y me comentó:

-seguimos en contacto, por cierto, de aquí dos semana voy a ir a Madrid, si quieres puedes venir, conozco unos locales y allí podría hacer cosas para humillarte como a ti te gusta.

Dije que me lo pensaría, nos dimos los teléfonos y que ya nos diríamos algo.

Me acompañó a la puerta y salí. Volví a casa pensando en cuales serían sus nuevos planes de humillación.


martes, 12 de enero de 2016

Demostración de Tuppersex

El trabajo de Marta consistía en organizar reuniones de Tuppersex, en las que presentaba una colección de juguetes sexuales a posibles compradores.

Ese día había formado un grupo grande de clientes. La mayoría eran mujeres, pero había algunos hombres, posiblemente eran novios de algunas de las chicas presentes.

Un grupo de chicos se habían sentado juntos al final, y no paraban de molestar con sus carcajadas y comentarios inmaduros.

Pero Marta ya había realizado varias presentaciones como ésta, y estaba preparada para casos así.

- El siguiente producto es este dildo, si queréis puedo hacer una demostración para que aprendáis a usarlo - dijo Marta.

- ¡Si, nena! ¡Métete esa cosa! - dijeron rápidamente los "graciosos".

- Bien, ¿alguno de los chicos de la última fila me ayudaría en la demostración?

Todos se ofrecieron, Marta seleccionó al que parecía el líder.

- Antes necesito que firmes esto - le dijo Marta.

- ¿Qué es?

- Un contrato en el que afirmas que eres mayor de edad, que das tu consentimiento para participar en esta demostración... lo típico que nos obligan a pediros, es por ley.

- Ah, ya, sin problema - dijo el chico, y firmó sin leer el papel - Ya está.

Marta guardó el contrato en su maletín.

- Bien, podemos empezar. Desnúdate de cintura para abajo - dijo Marta.

- ¿Qué? - preguntó el chico.

- Que te desnudes para la demostración.

- ¿Delante de todos? ... No... no pensé que hiciera falta algo así...

- Pues así es.

- Lo siento, mejor vuelvo a mi asiento...

- Oh, bien, sólo dame los 300000 Euros y puedes sentarte.

- ¡¿Qué?! ¿De qué hablas?

- Acabas de firmarlo en el contrato. Si no cumples tu compromiso y haces la demostración completa debes pagar una multa de 300000 Euros, es lo normal en estos casos. Además - le dijo en voz baja - creo que quedarás mal frente a tus amigos si te echas atrás ahora, ¿no crees?

El chico miró a sus amigos, que esperaban ansiosos la demostración.

- ¡Venga tío! ¡Quítate los pantalones! ¿A qué esperas? - le gritaban.

Avergonzado, comenzó a desnudarse. Antes de bajar sus calzoncillos, puso su mano para cubrir sus genitales. Marta retiró la ropa, dejándole semidesnudo frente al público, que reía y hacía comentarios.

- Ah ah... - dijo Marta - Quita esa mano de ahí.

- ¿Po... por qué tengo que enseñar mi pene?

- Para la demostración. Colabora y haz lo que te digo o paga la multa.

Lentamente, el chico puso las manos en su espalda. La visión de sus genitales hizo estallar al público en carcajadas, especialmente a sus amigos. Aguantó la humillación, resignado. Miraba hacia el suelo, no era capaz de mirar al público por la vergüenza que estaba pasando.

- Bien - dijo Marta - Este dildo está pensado para simular un pene de tamaño medio, aunque como véis en este caso es bastante más grande que el pene de este chico.

Por supuesto eso provocó más comentarios y risas entre el público.

- Ahora pediré a mi voluntario que se siente aquí.

El chico obedecía.

- Sube las piernas.

Le costó cumplir esa orden, casi se cayó al suelo al subir las piernas, pero finalmente encontró el equilibrio. Le alivió pensar que al menos se había librado de la humillación de carse desnudo delante de todas estas personas, pero su alegría duró poco...

- ¡Eh, tío! ¡Te vemos el ojete! ¡Jajaja! - gritaban sus amigos, y toda la sala reía.

El chico se dio cuenta de que estaba ofreciendo una visión completa de su ano al público, y rápidamente lo tapó con su mano, muerto de vergüenza.

- Bien, ahora os mostraré cómo introducir el dildo... - dijo Marta.



Espera aqui, sera solo un momento

Su novia le dijo que sólo tardaría treinta segundos en ir hasta el coche a buscarle un bañador de repuesto. Pero ya habían pasado diez minutos desde que se fue, y él se estaba dando cuenta de que estaba a la vista de dos edificios de apartamentos, una cafetería y una residencia de estudiantes...